Pueblos que recuperan el son
Noticia publicada por el diario la opinión de Zamora
Las águedas tomaron ayer gran parte de los pueblos de la provincia para celebrar su fiesta grande y avivar las calles con sus coloridos trajes y sus animados cánticos.
En Villalpando, cerca de un centenar de mujeres participaron en los actos programados, en los que no faltó una misa, una procesión y el pregón que este año ofreció Pilar Lorenzo, centrado en la corrupción política. Las águedas tienen previsto restaurar la imagen de la santa con los fondos de la asociación cultural Muvi y los donativos recaudados con esta finalidad. Las mujeres villalpandinas recorrieron la villa acompañados de la charanga y realizaron una visita a la Puerta Villa, recién restaurada.
Las aguederas de Morales del Vino honraron ayer a la santa y mártir Santa Águeda de Catania en un encuentro especialmente emotivo por el homenaje que rendían a su compañera más veterana, Victoria Tejero Borrego. «Una mujer cariñosa y muy cabal a la que siempre le quedaba tiempo para rezar y bordar», era uno de los apartados que conformaban el escrito que leían las águedas al final de la misa que oficiaba el sacerdote Mario Manso. «Has caminado ligera, hasta que se te rompió la cadera, y los médicos que te atendieron se quedaron sorprendidos tu prodigiosa memoria al conocer por su nombre todos los medicamentos prescritos». Con referencias a su familia, su hija y su yerno, Juliana y Honorio «que bien que te cuidan y te quieren igual que tú a ellos», así como a los nietos y biznietos concluía el homenaje que consiguió emocionar a la lúcida centenaria que no dudó en coger el micrófono y situada en medio de su hija y el sacerdote, dar las gracias a todas sus compañeras de cofradía, tanto por las palabras recibidas como por el obsequio que le hacían entrega reconociendo así su larga trayectoria vital. «Doy las gracias a todas», dijo antes de interrumpirse con el llanto.
La fiesta de las águedas comenzaba bien temprano en este pueblo, ya que a las once y media partía la procesión de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, dando una vuelta alrededor del templo, amenizada por la música a cargo de una charanga que marcaba el paso a las portadoras de las andas al son de la gaita, la pandereta y el tamboril.
A media mañana, y antes de celebrar una comida de hermandad, las mayordomas fueron las encargadas de ofrecer el dulce y el chupito que pretenden convertir en una costumbre, acabando así con el aperitivo más copioso que se hacía hasta el año pasado. Con la pedida de la miaja y los bailes continuaba la jornada aguedera de Morales del Vino, cumpliendo así con la tradición de honrar a su patrona Santa Águeda. Cuelgamures fue otro de los pueblos de la comarca en el que las águedas festejaron a su patrona con misa, procesión, comida de hermandad y bailes .
En Venialbo, las águedas también celebraron su fiesta grande con una misa, procesión y el cambio de varas.