M. J. F. La posible desaparición de servicios amenaza la posición de Villalpando como centro neurálgico de la comarca. Su alcalde defiende el potencial de la villa para esquivar el problema de la despoblación y reclama más recursos propios para asumir la transferencia de competencias.

-Villalpando ha comenzado 2014 con un censo de 1.591 habitantes, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, 19 menos que en 2012. ¿La pérdida de población es uno de los datos más preocupantes para la villa?

-Siempre, por bajo que sea, es preocupante el descenso de la población. A ningún alcalde le puede gustar la pérdida de vecinos en su localidad. En Villalpando, la disminución del censo en el año 2013, en realidad se ha producido por el regreso de personas extranjeras a su país de origen con motivo de la crisis por la que estamos atravesando, ya que en realidad no ha habido distanciamiento entre nacimientos y defunciones.

-¿Cómo se puede atajar este problema de la despoblación?

-Por parte del ayuntamiento ya hemos llevado a cabo alguna campaña, con carta personal, invitando a las personas que parte del año viven fuera y parte en el pueblo, para que si no les produce quebranto alguno, se empadronen en el pueblo. Villalpando mantiene actividad, industria y servicios propios necesarios para poder mantener e incluso aumentar su censo. Tenemos los juzgados, el centro de salud, colegios de enseñanza infantil y primaria, el instituto y cinco oficinas bancarias que, en conjunto, dan trabajo a 60 personas y creo que solamente hay dos empadronadas. Es cierto que el empadronamiento es voluntario, pero también es cierto que aunque el Ayuntamiento les proporciona los mismos servicios que al resto de los vecinos, no percibe los correspondientes tributos del Estado de las personas no empadronadas.

-El número de parados se eleva en el municipio a 89 personas, de acuerdo a las últimas cifras del Servicio Público de Empleo, ¿la falta de empleo obliga a los jóvenes de Villalpando a irse fuera?

-Quiero aclarar que muchos de estos desempleados son de larga duración, que ya venían con anterioridad y algunas personas mayores, que con la crisis del ladrillo se han quedado en el desempleo. El Ayuntamiento puede aportar su granito de arena, pero no creo que los ayuntamientos, y menos aún los de zonas rurales, como el nuestro, sean los culpables de la crisis por la que estamos atravesando y menos aún de los casi seis millones de parados. No hemos notado disminución de nuestra población joven, aunque puede que el motivo lamentablemente sea que algunos tengan que depender de los padres o de algún otro familiar.

-Primero se anunció la posible supresión de los juzgados de la villa y ahora se plantea la desaparición de las oficinas del Registro de la Propiedad y de la Notaría, ¿cómo pueden afectar a la vida diaria del municipio?

-A la cabeza pensante que, un buen día, en la mesa de un buen despacho con buena calefacción y mejor sueldo se le ocurrió esta idea, yo le enviaría a vivir a uno de estos pueblos, donde muchos vecinos tienen una asignación mensual de entre 500 y 800 euros, con la que tienen que pagar su comida, agua, luz calefacción y desplazamientos. Una vez que lo hubiera vivido en sus propias carnes luego que nos explique la igualdad de oportunidades en el acceso a los servicios básicos a los que todos tenemos derecho según la Constitución. En todo caso, no creo que desaparezcan ninguno de estos tres servicios tan necesarios para Villalpando y la comarca. Referente a los juzgados, en la actualidad todo está aparcado. En cuanto al Registro de la Propiedad, la subdelegada del Gobierno, Clara San Damián, tanto en prensa, como personalmente en la reunión que mantuvo hace unos días en Villalpando con los alcaldes de la comarca, ha confirmado que el Gobierno no tiene intención alguna de que desaparezca ni una sola oficina del Registro de la Propiedad en la provincia, lo que entendemos conlleva la permanencia de la Notaría. Si desaparece el juzgado, la Notaria y el Registro, desaparece la banca, los comercios y toda actividad económica. Damos servicios a los vecinos de los 15 o 20 pueblos de los alrededores, que no se desplazan a la capital, sino a la villa con menos costes. Si no se recortan esos servicios, que emplean a alrededor de 15 personas en la actualidad, la comarca perduraría porque dispondría de medios necesarios para atender a su población. En caso contrario acabaremos siendo una comarca de jubilados. Villalpando siempre ha sido el centro neurálgico de Tierra de Campos porque concentra todos los servicios y si desaparecen se crearía una desigualdad de oportunidades para los habitantes del medio rural, en su mayor parte una población envejecida con carencia de recursos.

-¿Qué medidas se plantea el Ayuntamiento contra esta desmantelación de servicios?

-En su momento enviamos escritos, tanto al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, como al presidente de la Audiencia Provincial de Zamora, a los que expusimos los motivos por lo que es necesaria la continuidad de estos servicios. La última opción, que cuenta con el beneplácito de alcaldes y de los habitantes de los 30 pueblos del partido judicial, es ir al Ministerio de Justicia para darle nuestras razones. Tenemos las firmas y el apoyo de todos los alcaldes y vecinos de los 30 pueblos del partido judicial, que en caso de ser necesario, no tendríamos inconveniente en hacer llegar personalmente al ministro. No hacen más que hablar de la importancia de luchar contra la despoblación y luego contribuyen a ella con estas medidas.

-A ello se suma la reforma local, con la que se llegó a barajar una supresión de las mancomunidades, ¿sería la gota que colmaría el vaso?

-La administración central está mareando la perdiz, aunque ahora mismo todo está en pañales porque hay mucho que debatir. Yo soy partidario de mantener las mancomunidades bien administradas porque son las que dan un servicio más próximo y eficaz a los ciudadanos. Hay competencias que se puedan transmitir a las mancomunidades y al Ayuntamiento nos parece perfecto, pero siempre que vengan acompañadas de la financiación correspondiente. El alcalde es el que mejor sabe las necesidades del municipio. Creo que sobran otros organismos y, aunque soy partidario de que no desaparezca la Diputación, hay otros organismos que pueden ser necesarios pero menos inflados, creo que hay mucho dinero que debía ir directamente a los pueblos y se quedan en otros sitios porque hay que mantener otros estamentos innecesarios. Los ayuntamientos rurales son los menos culpables de la situación de crisis. Los alcaldes y concejales trabajamos 24 horas sin sueldo.

-Otro de los servicios recortados fue la línea de autobús que conectaba a los vecinos con la capital en horario de tarde, ¿qué repercusión ha tenido esta medida sobre la vida diaria de los usuarios?

-En su momento tuvimos quejas y hubo malestar, pero en la reunión que mantuvimos con el delegado de la Junta, la representación de Linecar y alcaldes de los pueblos afectados llegamos a un acuerdo y el problema creemos que está solucionado, acorde a los servicios que se prestan con el número de viajeros. La lástima es que, de existir algún perjudicado, siempre es el menos pudiente.

-A pesar de la merma presupuestaria impuesta por la crisis, ¿qué próximos proyectos tiene previsto abordar el Ayuntamiento en lo que resta de mandato?

-Desde que llegamos al Ayuntamiento hace seis años y medio nuestra principal preocupación ha sido, dentro de las posibilidades municipales, la mejora en la calidad de vida de nuestros vecinos, en la que sinceramente, creo que hemos conseguido un gran avance. Prueba palpable es el esfuerzo que estamos haciendo para dotar todo el núcleo urbano de un nuevo y mejor alumbrado público para que los cerca de 650 puntos de luz existentes den servicio durante toda la noche. El coste se aproxima a los 125.000 euros y cuenta con la financiación del Plan E, la Diputación, Adri-Palomares y el Ayuntamiento. Además, seguiremos renovando y mejorando la obsoleta red de saneamiento y abastecimiento de aguas, así como la pavimentación vial. Además, había una empresa que iba a hacer plantas termosolares en Villalpando e iba a dar empleo durante su construcción a entre 600 y 700 personas, a mayores de otros 50 o 60 empleos fijos, pero con la retirada de subvenciones y reducción del precio de kilovatio el proyecto no salió adelante.

-¿Cuál es la situación actual de las cuentas municipales?

-El Ayuntamiento, al que encontramos con un déficit de algo más de 700.000 euros, hoy puede presumir de encontrarse con superávit cercano a los 100.000 euros, lo que nos permitirá efectuar inversiones y afrontar con tranquilidad este ejercicio y la parte que nos corresponda del próximo. De hecho, a finales del presente mes tendremos pagadas todas las facturas que nos han llegado al día de la fecha, incluidas las de este mes de enero.

-¿Cuáles son los servicios que originan un mayor coste para el Ayuntamiento?

-La Junta ha transferido las competencias de educación y sanidad a los pueblos, pero sin aportar financiación. Nos parece muy bien que se transfieran esas competencias, pero si la Junta recibía un dinero del Estado, lo lógico es que ese dinero llegue a los pueblos después de la transferencia de competencias. Los gastos de mantenimiento de estos servicios originan un gasto de 60.000 euros para el Ayuntamiento todos los años, entre calefacción, conserje o limpieza. Parece ser que en un plazo de cinco años habrá una financiación de los gastos del 20% por parte de la Junta con la previsión de que llega al 100%. La financiación que le corresponde al pueblo tiene que llegar al pueblo y no desviarse a otros gastos innecesarios. Que hagan las auditorías que quieran para ver si se gasta bien el dinero pero que no se culpe a los pueblos de la situación actual.

-El recorte de fondos también afecta a la conservación del patrimonio de la villa y la iglesia de San Pedro supone el último ejemplo de un templo de gran valor a punto de la ruina, ¿el Ayuntamiento estaría dispuesto a colaborar económicamente en una próxima intervención en la iglesia, un referente de la arquitectura mudéjar?

-Hemos recibido hace poco la visita de asociación que se ha creado para fomentar su restauración y el Ayuntamiento colaborará en todo lo posible, económicamente no lo que quisiéramos, pero sí poniendo medios a su disposición. Económicamente no hay dinero suficiente para recuperar ese templo, pero podemos dejarles personal y medios materiales. Es una pena que se encuentra en ese estado, pero hemos visto a la asociación muy entusiasmada y tiene que seguir adelante. Lo que hace falta es la colaboración no sólo económica sino que cada uno ofrezca lo que tiene, entre todos los vecinos. Esto es lo que está precisamente promoviendo la junta directiva.

-El año que viene hay elecciones municipales, ¿tiene previsto afrontar un nuevo mandato?

-Veo difícil afrontar un nuevo mandato, sería precipitarme decir algo ahora, pero una alcaldesa me dijo en su momento que cuatro años son pocos pero que de ocho sobran dos y estoy totalmente de acuerdo.